lunes, 28 de junio de 2010

Por fin las nupcias

Según San Juanka

Date prisa que no llegamos.
¿Cómo se te ocurre ponerte eso? ¿Estás loco, oye?
Si llegamos tarde, te rompo el hocico a trompadas.


Fueron algunas de las célebres frases que escuché ese día – la mayoría provenientes de la adorable boca de mi madre.

Aunque en el fondo sabía que se trataba de los clásicos nervios producidos por el matrimonio de la sobrina mayor; en este caso: de mi prima.

Y no era para menos. Todos los familiares (tíos, primos y hasta papá y mamá) estábamos advertidos de que debíamos llegar a tiempo a la celebración religiosa si es que queríamos ir a la fiesta.

En el fondo, estaba despreocupado por la hora: sábado en la tarde la gente se prepara para el sábado en la noche. ¡Llegamos sin contratiempos!

Esperamos unos momentos y la ceremonia dio inicio: viejas moqueando, bebes llorones, señores acalorados y más de un niño preguntándose qué hacía en ese lugar en vez de estar jugando.

Solo un codazo pudo sacarme de mi estado hipnótico y avisarme que la boda había finalizado. Tocaba lo mejor: la cena y el baile.

¡No defraudó! Hacía mucho tiempo que no acudía a algo tan pomposo.

Pero como todo quedó tan bonito, ahora el hermano de la novia también quiere casarse, aunque sea: por segunda vez.

1 comentario:

  1. Qui buina!!, me alegra que te haya gustado, besos de tu prima que te adora.
    Franca

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