miércoles, 3 de agosto de 2011

Apúrate. No te demores

Según San Juanka

Confieso que la puntualidad no ha sido una de mis principales virtudes. Inclusive la hora de llegar a mi casa es incierta, aunque ya se sabe que es en horas nocturnas.

Sin embargo, pasadas un par de horas y yo que no aparezco, mis padres comienzan a preocuparse y realizan la clásica llamada.

- ¿Dónde estás? – preguntan preocupados.
- En la cuadra 50 de la avenida Arequipa – respondo -, pero ya estoy en el carro – añado sin inmutarme.
- ¡Miraflores! – me dicen en un intento de llamado de atención.

Escucho que el celular cambia de manos y sea quien sea de mis padres, me ordena enérgicamente: “Apúrate. No te demores.”

Acto seguido cuelgan el teléfono sin darme chance a nada. Por lo que en ese momento me pregunto si podré llegar más rápido de lo que avanza el vehículo. ¡Qué raro!

Aunque déjenme contarles que tantas son las veces que insisten con la petición que un día de estos, bajaré del carro y me iré corriendo a ver si puedo llegar en menos tiempo.

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