martes, 8 de marzo de 2011

Señora discotequera

Según San Juanka

Ya con unos meses de casada, Franca aprendió las labores de una buena ama de casa – hábitos nunca antes practicados en la adolescencia. Bueno, en realidad, solo reconoció lo necesario para que Renzo, su esposo, y ella fuesen felices: aprendió a freír hamburguesas, aunque ello le costará freírse gravemente parte del cuerpo (error que rápidamente corregiría).

Sin embargo, nunca faltaban las pequeñas discusiones como quién entra al baño primero, a quién le toca lavar los platos o echarle más o menos azúcar al té. Disputas que se solucionan en un dos por tres cuando cae la luna y llega el momento en que la cama se convierte en el escenario principal de la pareja.

Y como cita el conocido refrán: “Zapatero a su zapato”.
A sus 30 añitos y ya casada, algunos aspectos de su vida cambiaron respecto a la soltería. El primordial es la diversión y el baile. Aunque no se vuelvan monótonos, se nota un giro radical en torno a este. Esta diversión se produce en reuniones familiares, compromisos con otras parejas de recién casados y algún otro evento social característico.

Pese a ello, sus primos menores – y aún jóvenes – continuaban con sus vidas de solteros. Incluso varios de estos fueron a una discoteca hace unos sábados, pero – como es de suponer - no invitaron a la prima mayor para que no sienta la incomodidad de rechazar la invitación a una discoteca.

Pero como en nuestra familia, todo se llega a conocer, Franca se molestó cuando supo que no la habían invitado a la fiesta nocturna.

Solo puedo decirle una cosa: “ya pues mamita, ya eres señora. No intentes hacer cosas de solteros”.

1 comentario:

  1. qui cosa!!! yo sere mayor que todos uds pero no lo aparento....y aun salgo a discotequear claro que renzo jeje

    pd la sgte vez me pasan voz!!

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