martes, 9 de noviembre de 2010

Malcriado, ¿yo?



Según San Juanka

A todos aquellos que de niños fueron callados.

Antes de comenzar debo admitir que no soy la persona más cortés que existe; sin embargo, cabe resaltar que no soy un malcriado y mucho menos de mierda...

Yo comprendo que de niño uno no debe entrometerse en asuntos de adultos – así los menores tengan razón en lo que sostienen – porque luego le dicen a uno grosero; sin embargo, me surge una curiosa pregunta: ¿acaso los jóvenes NO pueden debatir algún tema con personas mayores sin que sean llamados malcriados?

Pues bien, esta interrogante surgió a raíz de que un día cansado del estrés y del aburrimiento cotidiano salí a caminar por el centro – como se dice normalmente, fui a jironear –, y fue ahí, cuando divagando indiferente a la realidad, me tropecé de casualidad – o mas bien, se tropezaron conmigo – pero hasta esos momentos, no ocurría nada fuera de lo normal. Sólo un tropiezo más.

Al parecer fue un asunto sin importancia (al menos yo lo tomé así); sin embargo, lo curioso del caso es que la señora que me atropelló, giró bruscamente y como si yo hubiese originado el choque, me señala insolentemente:

-Cuidado pues.

Seguramente, lo que hubiese hecho cualquiera en ese momento sería: pedir perdón pese a que no tuvo la culpa; sin embargo no suelo quedarme callado ante improperios lanzados a mi persona y le respondí:

-Yo no tuve la culpa, usted mire por donde va – fue lo primero que se me vino a la mente.

No sé si por el fastidio de la gordita esa o por el tumulto de la gente que hubo en la calle, la "respetable" alzando la voz y con un tono amargo, insultó:

-Calla, malcriado de mierda. ¿Qué tienes, ah?
-¿Malcriado, yo? – Pensé – ¿pero en qué momento? – me pregunté.

Inocentemente, creí que en algún momento llegué a ser realmente grosero y para despejar esa duda le pregunté:

-¿Malcriado, pero en qué momento? Dígame cuando le falte el respeto.
-¿Qué? Cállate –me ordenó como si tuviera autoridad alguna sobre mí.

Y es más, hasta un zángano (y no es una falta de respeto, tan sólo uso el término adecuado) que no tenía nada que ver en el asunto y que al parecer era su esposo, interrumpió nuestra conversación de alcurnia y también me dijo malcriado.

Finalmente, la honorable pareja continúo su camino raudamente mientras murmuraban

-seguramente la clase de persona con que se toparon – y se alejaban para no volver a escucharme.

Luego de este altercado nunca supe si realmente fui malcriado... Si alguien tiene alguna respuesta, les agradecería que me lo hagan saber.
Lo único realmente claro es que la mayoría de las personas no aceptan que alguien más joven les diga que se equivocaron o en este caso que el joven quiera sostener una adecuada conversación porque saben que no tendrían argumentos sólidos y contundentes para sostener sus ideas.

2 comentarios:

  1. tal vez no fue malcriado en el hecho mismo, pero luego si al ponerse a responder pudo generar un altercado innecesario, acuerdese q no siempre tendar 24 años, como dice en sus datos, y ademas esas cosas no deberian suceder con alguien q segun dice, es profesor??? POBRES ALUMNOS, ademas me di el trabajo de leer sus columnas y veo q toca bastante sus temas familiares, POBRE FAMILIA COMO HARAN PARA SOPORTARLO, ya veo porq usted dice q solo lo comprenden sus amistades cercanas, deben ser bien cercanas para comprenderlo

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  2. ... out con el coment de arriba se ve que no le cae el profe ...
    lo que me pregunto es pork no se lo dices en la cara del profe...?

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