martes, 12 de octubre de 2010

Sueño o realidad: nunca lo sabré




Según San Juanka

Llegaba mi fin y no podía hacer nada por remediarlo. Extraños sucesos ocurrieron aquella noche que quedará marcada para siempre.

Al principio solamente se trataba de un sueño, pero el límite entre la realidad y la fantasía se confundía constantemente. En horas de la tarde, corría tras una pelota: sentía el sudor en mi frente.

Sin embargo un desconocido llega y ejerce presión sobre mi cuello: me quieren ahorcar. El único movimiento que podía hacer era tomar el brazo de mi agresor; pero al sentir esta fría extremidad reaccione y entreabrí los ojos pudiendo recordar que era de madrugada y estaba en mi cama.

¡Qué raro! – pensé porque no había nada alrededor de mi garganta: No le di importancia.

Conciliando el sueño por segunda vez en aquella noche, incliné mi cuerpo hacia mi lado derecho y en esta oportunidad otra sombra, o tal vez la misma de hace unos minutos, me tomó como colchón echándose en mi misma posición.

Entre la pesadez y la flojera, creí que era mi primo, pero me pareció extraño porque conmigo no jugaba así desde hace diez años: lo dejé pasar balbuceando algunas palabras que no recuerdo.

No se iba; por el contrario, ejercía mayor presión hasta que no pude respirar, quedándome estático: Llegaba mi fin y no podía hacer nada por remediarlo.

Utilice todas las fuerzas que pude y logré enderezar mi cuerpo: terminé de despertar sintiendo que alguien continuaba cerca esperando que me durmiese para siempre.

Sueño o realidad: nunca lo sabré. Tal vez ya no me quieran en este mundo, pero sigo aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario