sábado, 10 de abril de 2010

Asiento reservado para personas no adecuadas

Según San Juanka.

Sorprendido quedé cuando hace un buen tiempo el gobierno obligó a todo transportista público a tener asientos reservados para personas discapacitadas, embarazadas, madres con bebes en los brazos y ANCIANOS.

Ahora, quiero hacer hincapié en el último punto: Ancianos, viejos, vetustos, abuelos, arrugados y otros sinónimos.

Tal vez pueda equivocarme, pero el concepto que yo tengo de alguien de la tercera edad y quien se merece el asiento debe ser una persona que le cueste, incluso, mantenerse de pie.

Y ¿por qué insisto en este concepto extremista? Pues, en realidad, al igual de sorprendido que quedé por la medida del gobierno, también me asombra de sobremanera que muchos de mis congéneres (jóvenes tanto hombres como mujeres) cedan el lugar a señoras y señores con algunos años encima, varias arrugas y muchas canas o, a veces, cabellos pintados; pero que tranquilamente pueden viajar asidos de los pasamanos y que por supuesto, no necesitan que les den el asiento.

Imagino que ya estarán pensando en galardonarme como “Malcriado del 2009” o “Descortés del año”; no obstante estoy convencido que este tema algo escabroso es simplemente idiosincrásico debido a que en el asiático país de Japón hasta la más “pasita” de las personas se molesta cuando cualquiera les ofrece el lugar ya que se sienten insultados en su calidad de personas.

Ahora, con esto no quiero decir que pensemos como japoneses o asiáticos, simplemente debemos darnos cuenta que el objetivo de los asientos reservados son para personas discapacitadas, embarazadas, madres con bebes en los brazos y ancianos con edad bastante avanzada y necesiten apoyo para sostenerse por su cuenta.

1 comentario:

  1. La verdad es que me he reìdo mucho con las historias, poco felices en algunos casos, que te han venido sucediendo... Me gusta esa descripciòn àgil y que a la vez alimenta la curiosidad de un lector... Sin embargo, la verdad es que no comparto mucho este comentario de "asiento reservados para personas no adecuadas". Tù mismo lo has dicho, no pretendes que pensemos como asiáticos. Pero hasta la educación es un asunto cultural y con la educación los mismo valores y modos de sery pensar en la vida misma. Por lo mismo, creo que me resulta complicado pensar en la posibilidad de llegar a un extremo para considerar ancianos a personas de nos han antecedido. De mi parte, cuando se da la oportunidad cedo el asiento a mujeres embarazadas, discapacitados, ancianos, etc. Pero no cedo el asiento a señoritas jóvenes o adultas, ya que tienen la misma vitalidad y fuerza que yo.

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