lunes, 6 de febrero de 2012

Dios es el culpable



Según San Juanka

José Luis era muy buen trabajador quien siempre cumplía con lo que se le indicaba. Esta vez no fue la excepción y tuvo pruebas para demostrarlo.

En unos días donde el viento se embravecía, su jefe le indicó que aseguré una calamina al techo para contrarrestar este fenómeno climatológico.

Para ello, a José Luis no se le ocurrió mejor idea que utilizar silicona caliente. Gran error – pensarán muchos – porque a la calamina solo se le asegura con una buena entornillada. Pero de todos modos lo hizo.

Sin embargo, antes de acabar con el deber encomendado, el trabajador siente una calentura muy intensa en la pierna derecha. Era la silicona a su máxima temperatura que se había derramado. Aunque, felizmente, la herida pasó casi desapercibida.

Como era de esperar, la mancha no desaparecería por más que el pantalón sea lavado.

Días después, José Luis llega con el mismo drill manchado y su jefe lo llama para que hable con la vecina quien llegó molesta a la empresa a quejarse porque la calamina ´ensiliconada´ se había volado y rompió una de sus macetas.

Cuando se da el encuentro, la señora enardecida exige el pago de su maceta rota, pero José Luis explica que él había cumplido el trabajo de asegurarla y le muestra la mancha, como prueba, que la silicona había ocasionado en su vestimenta, luego le enseña la marca del pegamento en el techo artificial y concluye diciendo:

- Como verá, señora, yo aseguré bien la calamina o usted no cree eso – le dice serenamente.
- Así parece – responde la señora con menos furia.
- Entonces, podemos concluir que ni yo ni la empresa tenemos la culpa – afirma el implicado.
- Claro – responde dudosamente la afectada.
- Entonces, es lógico pensar que la culpa fue del viento – toma aire para continuar – y el viento es provocado por Dios. Por lo tanto – prosigue luego de una breve pausa – el culpable de esto es Dios a Él es al que debemos reclamar.

Tanto la agradó la irónica y divertida respuesta que la vecina olvidó la maceta quebrada y se fue riendo.

Luego del incidente, José Luis fue ascendido al módulo de Atención al Cliente.

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